El Ayuntamiento de Barcelona planea modificar las ordenanzas fiscales para penalizar a los vehículos más contaminantes y premiar a los de autogas, dado su bajo nivel de emisiones y contribución a la mejora de la calidad del aire urbano, informan fuentes de la AOGLP.
La Ciudad Condal soporta unos niveles de contaminación tan elevados que en ocasiones supera los límites máximos marcados por la Organización Mundial de la Salud y la legislación vigente, lo que supone un problema estructural que, según el propio consistorio provoca, “unas 3500 muertes prematuras cada año en el área metropolitana”.
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