El 16,93% de los conductores españoles estaría dispuesto a comprar un coche propulsado con Autogas y un 48,17% realizaría una transformación en su vehículo actual para que éste circulara con esta alternativa de combustible ecológico.
Son las principales conclusiones del estudio realizado por el instituto Sondea de investigación y análisis entre 2000 conductores españoles.
Preguntados por las características asociadas al Autogas, los conductores entrevistados destacan que dichos vehículos resultan menos contaminantes –el 58,67%-, son más ecológicos –el 44,85%- y el ahorro en combustible que implica frente a otras opciones de movilidad –casi un 41%.
Para José Luis Blanco, Director de la AOGLP, el estudio “muestra un escenario apetecible para todos los agentes implicados en el sector, desde operadores, fabricantes como Prins, transformadores, hasta grupos de I+D que actualmente investigan nuevas formulaciones y mejoras. Estos datos demuestran que tenemos una realidad de mercado y consumidores que demandan alternativas de conducción sostenible, bien a través de la compra de vehículos a Autogas o transformando su coche actual. Teniendo en cuenta que contamos con una amplia red de estaciones de servicio, más de 500 actualmente y 1200 para los próximos tres años, y un incremento del consumo de un 22% a cierre de 2015, el panorama resulta interesante en cuanto a inversiones.
Este mapa de crecimiento también se dibuja en otros países de Europa y del mundo, donde el Autogas es la opción de movilidad sostenible elegida por 25 millones de conductores”. A la sostenibilidad y ahorro propios del Autogas, se unen otras ventajas como la mayor autonomía de los vehículos con respecto a los combustibles tradicionales y la inmediatez y disponibilidad del mismo, dada la amplia capilaridad de la red de suministro. Nota de Prensa Los vehículos de Autogas además están incluidos en el etiquetado ecológico de la DGT, por lo que pueden circular con total libertad en el caso de restricciones de acceso a las grandes ciudades por escenarios de alta contaminación, tal y como ha venido ocurriendo en la ciudad de Madrid a finales del pasado 2016.